inexistente

Entonces tomo la botella, mas liviana que antes y el cigarro entre mis dedos se va consumiendo con el frío viento de otoño, pareciera que el atardecer no se fuera a ir nunca y me hace una eterna compañía , el sol se pierde entre los árboles y yo me hundo en un mar de pensamientos y como si no supiera nadar me ahogo en el desconcierto, la tarde parece interminable igual que los recuerdos que surgen cada ves mas veloces en mi mente, desaparece el tiempo y los días se hacen uno, ayer es hoy y hoy es mañana y este momento se congela, mágico como ninguno, donde aquí sentado me encuentro solo y sumergido en una tranquilidad unísona con mi pensamiento, el roce de una hoja contra el viento me sacó de sí y desperté a la realidad, vuelve a existir el tiempo y entonces deseo que ese momento se congele nuevamente, pero miro mi reloj y se me ha hecho tarde otra ves y lentamente comienza a asomarse la luna...